UNA DE VAQUEROS…
En días pasados nos juntamos un grupo de amigos que cada año hacemos una fiesta de disfraces. Pues bien, en la reunión de este año uno de ellos iba ataviado con un “original” disfraz de operador de “microbús” de la Ciudad de México (El Vitor), y dentro de su outfit traía la revista “El Libro Vaquero”.
Debo decir que esa pequeña revista fue la sensación de la noche, ya que el hecho de ir disfrazados nos perimitió salir de nuestro actuar diario y disfrutar de la narración hecha por una hermosa gitana que con un acento inigualable en su voz dio rienda suelta a nuestra imaginación al ir leyendo la historia contada en El Libro Vaquero de esta semana.
Me dí a la tarea de investigar un poco sobre este tipo de libros denominados “Literatura Ligera” y me llevé una gran sorpresa al enterarme que el admirado o despreciado, El Libro Vaquero se ha convertido en un clásico de la cultura popular: 400 mil ejemplares circulan semanalmente por toda la República, lo que se traduce en 20.8 millones de ejemplares anuales.
En el canal extranjero del norte, que abarca las principales ciudades fronterizas de Estados Unidos, se reparten 313 mil ejemplares de El Libro Vaquero y El Libro Semanal.
Hacer la historieta es una labor colectiva. Primero el argumentista define la historia, más tarde el letrista hace los baloons (globos de diálogo) para que el dibujante se dé vuelo recreando el Viejo Oeste y finalmente el portadista hace lo propio. Todos los cartones se digitalizan y luego se colorean en computadora.
De acuerdo con el perfil de lectores cautivos, 66% son albañiles, artesanos, obreros, choferes, plomeros, amas de casa; 72% son hombres y 28% mujeres, y de ellos, 40% tiene un ingreso de dos a cuatro salarios mínimos. Su principal venta está fuera del Distrito Federal, con 60% de la distribución.
Datos muy interesantes que si no es por mi amigo “vitor” y su literatura favorita no conocería. Bienvenida sea esta literatura ligera si gracias a ella hacemos que el mexicano lea.
La presente reseña está dedicada con mucho cariño a mis amigos que tanto nos reimos y compartimos esa noche…GRACIAS
Irma Venegas